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Carlos Mayo es un culo inquieto que se aburre más de dos semanas en el mismo sitio y más aún repitiendo rutinas para correr la misma prueba. El número 13 no es para él una cifra de mala suerte sino de estancamiento. Es el puesto que consiguió en los 10.000 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y en el Mundial de Eugene 2022, y ahora quiere que ese cifra sea inferior a 8. El diploma olímpico, el finalista mundial. Por eso salta a la ruta y a sus 28 años se siente plenamente capacitado para brillar en el maratón, sin miedo a la alta competencia que tendrá que afrontar para ganarse un hueco en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Desde luego, su camino al debut no ha podido ser prometedor. El pasado 22 de octubre batió el viejo récord de España de Fabián Roncero con 59:39 minutos. 21 kilómetros a 2:50, una locura que su cuerpo nunca había experimentado con las zapatillas de moda entre la élite, las exclusivas zappos adidas stan smith shoes for women de Adidas en sus pies. Es el primer español que ha corrido con ellas. Un esfuerzo que le ha hecho retrasar su estreno en la distancia de Filípides. No pudo ser en Valencia, como era el plan, sino el próximo 18 de febrero en Sevilla, una cita en la que quiere que su cuerpo demuestre que todos los kilómetros de los últimos meses han merecido la pena.
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Me habría gustado que hubiera sido ya en 2022, era la idea que tenía para ver qué salía y en función de eso plantear París, pero no fue posible por mi lesión y cambiaron los planes. En los 10.000 metros puedo mejorar mi marca y mis resultados en grandes campeonatos pero no sé cuánto, porque a nivel mundial los atletas africanos dejan poco margen para hacerles frente. El 13º puesto de Tokio, si analizas los atletas que me ganaron, es difícil que pueda ganarles, reconozco mis limitaciones. Quizá me equivoco, porque no creo que sea un adiós para siempre. El plan B siempre es el 10.000m. Si se alinean los astros podría ser 7º u 8º, pero las posibilidades son mayores en un maratón porque entran muchísimos más factores de cara a rendir en la gran competición. No solo vale que un día estés bien, sino que hayas tenido una preparación limpia mínimo de tres meses y eso agranda la incertidumbre. Hemos visto a atletas sin un nivel estratosférico meterse entre los seis mejores en un Mundial o unos Juegos Olímpicos, y es más accesible ser diploma olímpico que en 10.000 o en 5.000m.
¿Y por qué ahora?
No quería demorarlo más. Antes se tenía una idea de que era una prueba para hacer en los últimos años de tu carrera, cuando ya no estás preparado para distancias cortas, pero estamos viendo que se puede alcanzar un mayor rendimiento cuando eres más joven. Estoy en la edad buena para ver cuál es mi sitio y estar lo más adelante posible. Hago este deporte para mejorarme cada día y si me conformara con quedarme dónde estoy, no tendría sentido.
Estaba todo listo para tu debut en Valencia este domingo 3 de diciembre, pero una lesión te ha hecho cambiar de planes. ¿Qué ha pasado?
Han sido unas molestias en mi rodilla izquierda, la buena, y al principio me asusté un poco porque era muy parecido al que había tenido en la derecha con la plica sinovial [la lesión que le tuvo fuera todo 2018], pero luego con el tratamiento y la resonancia del doctor [David López] Capapé vimos que no salía nada grave y de inmediato me puse en manos de Javi González, el fisio de los holandeses en Font Romeu, de Judith Ferreras en Barcelona, de la clínica BiClinic de Madrid...y lo hemos podido solventar bastante rápido. El problema es que quisimos recuperar pronto los volúmenes del maratón porque íbamos pillados y me surgió una molestia en el vasto interno del cuádriceps de la pierna izquierda, una sobrecarga al cambiar la pisada y querer correr más, y eso me hace no tener la seguridad de afrontar la prueba, pero estoy tranquilo de que no es grave.
¿Cuándo ocurrió?
La semana después de la media maratón, pero pude entrenar una semana más e incluso en las siguientes estuve dubitativo, entrenando en parte. Solo he parado completamente cuatro días seguidos, y solo esa semana sumé poco kilometraje, pero el resto he podido llegar a 100-120 kilómetros semanales. Cuando volví a correr las sensaciones fueron mejorando mucho, apenas había perdido estado de forma, pero necesitaba una semana para cargar y hacer entrenos que me demostraran que estaba preparado para la maratón.
Entonces, ¿ha sido más por físico o por falta de confianza?
Si hubiera tenido que correr un 10.000 no habría renunciado tan pronto y hasta tres días antes no lo habría tenido claro, pero un debut en maratón implica muchas cosas a nivel psicológico porque si tienes dudas en momentos claves no es la manera de afrontarlo. Se necesitan muchos kilómetros y me ocurrió en las dos semanas claves de carga, y aunque el estado de forma era bueno, no creo que fuera la manera. Es temporada olímpica, hay pocas balas y había que jugárselo en otra situación. Esas dos semanas eran kilómetros y confianza y no tenía sentido arriesgar tanto. Si fuera la última oportunidad, lo haría, pero ahora mismo no es necesario.
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Sí. Yo no he hablado con ellos de contratación, pero al ser Campeonato de España no la habrá. Es la mejor opción. Y mira, por ver el lado bueno de las cosas, allí hay clasificación directa [el campeón nacional asegura plaza en París 2024 si ha corrido en la mínima RFEA de 2h09:40], así que las cosas están más claras.
¿Cómo pudo influir en la lesión batir el récord de España de media maratón?
En esa media corrimos muy rápido, y no mentí cuando decía que la preparación era para un maratón. No había tocado ritmos tan altos en las dos semanas previas. 10 días antes metimos algo de chispilla, pero nada semejante a 21 kilómetros por debajo de 2:50. Eso lo haces en competición y es normal que haya alguna consecuencia. El estado de forma era muy bueno, pero estructuralmente no estaba preparado para correr tan rápido. No sé si el problema en la rodilla ha sido articular o muscular. Además, quiero pensar que controlamos muchísimo la carga tras la media maratón. El día después solo hice media hora, dos días después solo 8km por la mañana y natación por la tarde y el miércoles, 8km por la mañana y 8 por la tarde. El jueves volví a la normalidad y las sensaciones eran que lo habíamos hecho bien. Ahora no será necesario meter una media maratón en medio, pero siempre viene bien coger algo de competición antes del objetivo.
Hablando de esa Media Maratón de Valencia y del récord de España. ¿Pensabas salir más tranquilo y se te fue de las manos o cómo ocurrió?
Queríamos correr lo máximo que se pudiera porque no tengo otra forma de competir que esa. Es cierto que nos habíamos enfocado en entrenar ritmos de maratón y respondo muy bien al trabajo de volumen. En cuanto hago un poco, me pongo rápido sin necesidad de hacer tests de 15x1.000 a ritmos de media. No hice nada de eso, siempre cosas más controladas. Diez días antes hice en pista, en Madrid, 12 series de 1.100m recuperando 200 en los que iba a 2:51 ó 2:52. Y luego 5x200m, pero nunca corres en un entrenamiento 21 kilómetros seguidos a ese ritmo.
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Cuando el primer kilómetro vas a 2:45 y con esas sensaciones pensaba 'frena, que es muy rápido'. Nos pusimos a hablar el portugués (Samuel Barata), el italiano (Pietro Riva) y yo porque nuestra liebre no sé qué hizo, pero salió con la cabeza de carrera y en el kilómetro 5 ya estaba parada. Le eché una bronca en inglés porque tenía que haber tirado de nosotros. El primer parcial de 5 kilómetros fue superrápido y tenía miedo de que debíamos regular, pero pasé el 10K en 28:12 sabiendo que íbamos controlando y tras el 15K pensaba que no se me escapaba. Ahí regulé un poco más y tras el 20 les metí un cambio fuerte porque quería ser el primer europeo.
Te vimos celebrarlo eufórico. ¿Qué importancia tiene este récord en tu carrera?
La media maratón no es olímpica, pero me hace muchísima ilusión tener un récord de España. Llevaba mucho tiempo buscándolo. Había hecho al menos tres tentativas en 10K y en 2021 también tenía esa intención en la media maratón. La euforia de conseguirlo viniendo de una mala racha y volver de esa manera a mi máximo nivel fue un reencuentro increíble con mi mejor versión. Es cierto que es difícil de equiparar a estar en unos Juegos Olímpicos. La participación en Tokio es lo más importante que he hecho, rendí al 200%, había una humedad increíble y creo que estaba en el mejor momento de forma, y también la propia mínima de 27:25 la viví con una euforia similar y quizá esto sea el tercer hito más importante, con ser campeón de Europa sub-23 [2017] muy cerca. Hay que tener en cuenta la importancia en nuestro deporte de las pruebas olímpicas respecto a las no olímpicas. No sé si volveré a vivir lo que es batir un récord de España, pero es una sensación increíble. Estaban mis padres y decían que a nivel de euforia la sensación era como la de aquel día del Europeo sub-23.
adidas continental rascal bike price guide zappos adidas stan smith shoes for women que usó Tigist Assefa cuando batió el récord mundial en Berlín. Has sido el primer español en usarlas. ¿Cómo ha sido?
Hice un entrenamiento previo a la media maratón, la carrera y seguramente no las vuelva a usar hasta el maratón. Desde que las coges sabes que son especiales porque apenas pesan. La sensación es que no llevas nada de peso en los pies, y la mejora en tecnología es muy difícil apreciarla porque no tengo ese nivel de control, pero es verdad que es superligera y te aporta mucha reactividad corriendo. Además, notas una comodidad mayor respecto al resto porque han cambiado el upper y yo que soy propenso a las rozaduras me dan más seguridad. En cuanto das tus primeros pasos notas ese balancín que te echa para adelante y cuando te pones a ritmos de competición es muy confortable.
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No lo sé, creo que sí, pero no tengo problema en usar estas. Están guardadas bajo llave hasta nuevo uso.
¿Cómo ves esta revolución tecnológica?
Las nuevas zapatillas nos están ayudando a nivel de entrenamiento, de no lesionarnos, de acumular sin tanto riesgo, y eso a la hora de dar el 100% aporta mucho, y en economía de carrera se mejora. Eso sabemos que está probado y además se nota. El porcentaje de mejora no lo sé, pero cuando las llevas notas que tienes algo más especial en los pies, un salto de calidad respecto de las anteriores.
¿Qué otras zapatillas sueles usar?
Uso las Solar Glide para todos los kilómetros a ritmos más suaves, a 4 minutos el kilómetro más o menos. Si ya toco ritmos en torno a 3:30-3:00 uso las Boston 12, que ha mejorado mucho respecto a la 11 y para mí es la ideal para entrenamientos y que recomendaría a cualquiera. Y para ritmos de maratón, las Adizero Adios Pro 3.
El récord de la media maratón fue tu reaparición tras año y medio complicado, que empieza cuando te pierdes el Europeo de Múnich, en el que eras candidato a las medallas en 10.000m. ¿Cómo lo llevaste?
Si lo veo con perspectiva, me da mucha pena, pero tenía un dolor en el pie que no me permitía correr y a nivel mental estaba muy saturado la temporada. Creo que ni mucho menos nos equivocamos en la planificación, pero pensamos primero en el Mundial [Eugene 2022] y luego venía al Europeo. Quizá debería haber pensado solo en el Europeo, pero tendría que haber renunciado al Mundial y quería estar allí. Tanto física como mentalmente no estaba preparado para competir y me quedo con eso. Tenemos otro este año y espero prepararlo y estar allí, aunque, claro, con los Juegos Olímpicos después no me puede pasar lo mismo pero al revés.
Ahí vamos. Al Europeo de Roma de junio. Hay 10.000 metros y medio maratón. ¿Qué quieres hacer?
No lo sé. No miro más allá del debut en maratón y ahora solo me centro en eso. Después ya tomaremos decisiones y reestructuraremos todo. Espero tener posibilidades de ir en las máximas pruebas, si puedo ir en las dos y decidir yo, mejor. Y en los Juegos Olímpicos de París, igual.
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Te diría que sí. No sé por qué, pero tengo más puesta la mirada en Mundiales y Juegos Olímpicos que en Europeos. Espero conseguir un buen resultado en un Europeo, pero llevo unas temporadas marcadas por campeonatos mundiales y el año de Tokio no hubo Europeo. Es una competición en la que aún no he podido estar desde Ámsterdam 2016, donde también fui 13º en los 5.000 metros, qué casualidad. Pero cuando me veo, imagino, en el Europeo de Roma, con esa motivación espero luchar por una medalla, por supuesto.
En junio de 2022 decidiste dejar a tu entrenador de siempre, José Luis Mareca, por Juan Carlos Galán. ¿Por qué?
Después de los Juegos Olímpicos, me replanteé todo, hacer la maratón, que necesitaba nuevos estímulos y motivaciones. Mi objetivo deportivo que era ser olímpico ya lo había conseguido y necesitaba cambios que me motivaran para seguir al 100% y rindiendo al máximo. Es verdad que desde entonces no me han salido los resultados, pero han sido circunstancias externas. Ahora me muevo por mejorar lo que he conseguido, estar entre los mejores del mundo y estoy arriesgando, jugando nuevas cartas. Si hubiera seguido de la misma manera, mis resultados se habrían mantenido, y quiero mejorarlos. Era simplemente por cambiar, porque la vida es cambio.
¿Y qué te aporta Galán tanto a nivel de motivación como de metodología?
El método es totalmente distinto, basado en la escuela noruega. No entreno por lactatos, aunque ahora lo estamos introduciendo para ajustar algunas zonas, sino sobre todo por frecuencia cardiaca, teniendo en cuenta los factores que la hacen variar. Tengo un anillo que me monitoriza continuamente para no guiarnos solo por la frecuencia. Sobre todo, las sesiones de desarrollo van más en zonas aeróbicas y no entro tanto en esa zona de supraumbral que creo que era mi método anterior y acumulo más volumen en torno a una zona más por debajo del umbral anaeróbico.
¿Cómo está siendo la preparación para el debut en maratón y cómo se reestructura ahora para Sevilla?
Nunca he necesitado de una acumulación de kilómetros muy bestia para sacar mi máximo rendimiento. Para mi la clave es la constancia y cuando he querido acumular de más he caído en lesión. Me he movido en volúmenes de entre 180 y 200 kilómetros, que es más que suficiente pero tampoco son animaladas. Es temporada olímpica y no puedes correr riesgos. Mis entrenamientos van muy enfocados a la acumulación y no a la intensidad. Apenas hago algún entrenamiento de intensidad como tal a la semana, por debajo de los ritmos de la media y del maratón. No hago tantos kilómetros basura, una sesión de desarrollo está compuesta por kilómetros por encima de 4 minutos el kilómetro, la mayoría van enfocados a esos 3 minutos cada kilómetro que quiero llevar. Ahora para Sevilla empezamos desde un punto de vista mejor que cuando empecé para Valencia. He hecho mucho trabajo alternativo, he estado en el gimnasio y no quiero que se vaya la forma. Tendremos 12 semanas más, que es una preparación prácticamente completa. Esta vez no habrá medias maratones intermedias, pero quizá algún 10K en ruta o un cross en enero, alguna competición que no pueda ser tan lesiva como la media maratón.
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Empezaré con más calma y entre mediados de diciembre y hasta finales de enero seguramente esté en altitud, pero esta vez más a Bronchales porque en invierno en el Pirineo puro será imposible. En Bronchales, a 1.600 metros de altitud, te puede nevar, pero con la embotelladora de agua, las carreteras están siempre limpias porque todos los días suben camiones. La idea es que sea una estancia más larga y nos adaptemos a las circunstancias.
Te exiges debutar con la mínima olímpica (2h08:10) o al menos con la de la RFEA (2h09:40). ¿No es ponerse el listón muy alto?
Estoy siendo un poco osado pensando en debutar con una marca por debajo de 2h08:10, pero no me queda otra. El objetivo es verme peleando con los mejores del mundo, para eso tengo que hacer la mínima para estar allí y estamos en una temporada de Juegos Olímpicos. Si arriesgo puedo hacerlo, aunque siempre tengo la prudencia de que es una distancia nueva y me va a poner en mi sitio cuando termine la carrera y admitiré con humildad si no salen los resultados porque no he hecho bien la preparación, no es mi distancia o ese día no ha salido bien. Solo puedo afrontarlo con ambición.
¿En cuánto hay que pasar la media maratón?
Me gustaría pasar entre 1h03 y 1h03:30, pero tengo que estar seguro de que la preparación ha ido bien y lo meditaré con mi entrenador y mi círculo. Si las sensaciones no son las mejores, tendré que salir a 1h04.
Siempre has dicho que en la alimentación te dejabas ir después de un objetivo y luego te costaba volverte a poner a tono. ¿Has cambiado algo desde que empezaste a preparar la maratón?
Sí, en verano hice un descanso mucho más corto, diez días corriendo a días alternos diez kilómetros para que no me pasara. Entonces apenas perdí forma y gané poco peso. Mi problema es que cuando descanso sigo comiendo mucho o más porque hago más vida social y no entreno, cojo mucho peso y me cuesta perderlo. Ahora me he cuidado mucho más. He empezado con una nutricionista, con Saioa [Segura], en el CAR de Sant Cugat, y me he centrado en una alimentación con carga de hidratos mucho mayor a la que nunca he hecho. Si de normal comía 100 gramos, ahora estoy comiendo 200. Hago cinco comidas, muy variado, porque es muy importante la grasa, la proteína, pero el hidrato no puede faltar. Y después he entrenado desde el primer día la suplementación con Maurten, en tiradas largas he metido los geles y la hidratación. Lo he cuidado muchísimo para no fallar por problemas estomacales.
¿Cómo es ahora tu rutina diaria?
Entreno mañana y tarde todos los días de la semana, menos el de la tirada, el sábado. Y me estoy levantando antes de lo que solía hacerlo. Antes era de entre 9 y 10 y ahora más entre las 7 y las 8:30h. Intento adaptarme a la hora del maratón, que será más temprano, y según se acerque iré madrugando más. Hago un desayuno potente, dejo tiempo de digestión de hora y media y la sesión la empiezo entre las 9 y las 10:30h, por la mañana suele ser la más larga, unas dos horas. Sobre las 13h estoy comiendo, me echo la siesta, que aunque no siempre me duermo estoy una hora en la cama, y sobre las 17h hago la siguiente sesión. A las 20h estoy cenando y a las 22-23h me intento acostar y dormir 9 horas.
¿Cuesta acostarse tan pronto? ¿Tenías ese hábito?
Antes me acostaba entre las 12 y la 1 y ahora es más entre 22:30 y 23h, y sí que cuesta. Lo he ido trabajando y cada vez cuesta menos, pero hay días que como techo.
Y si te pregunto que dónde vives, que dónde tienes el cepillo de dientes, ¿qué me contestas?
No te sabría decir. El cepillo lo llevo en una bolsa de aseo siempre conmigo porque no tengo dónde dejarlo continuamente [risas]. Ahora estoy a gusto con mi estilo de vida. Tengo la casa de mis padres en Zaragoza, Bronchales, donde me siento muy a gusto entrenando, mil casas donde quedarme en Madrid, porque tengo mucha familia y también mi novia, en Font Romeu, cerca de mi entrenador, de vez en cuando me voy a Olesa de Montserrat, en Barcelona, con él. Me canso rápido de la rutina y me viene bien, parto las concentraciones porque se me hace pesado estar más de dos o tres semanas entrenando en un mismo sitio.
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Hasta que encuentre mi límite. Mi motivación es ir mejorando, y cuando pierda esa motivación, cuando vea que he alcanzado mi meta, lo dejaré. A no ser que mi límite esté en pelear con los mejores del mundo siempre, pero si veo que es el nivel que tuve en 2021, no lo voy a alargar. Tengo otras preocupaciones e intereses como la medicina, que es lo que he estudiado y quiero ejercerla en un futuro.
¿Qué te gustaría hacer en la medicina?
Estoy preparando mi tesis doctoral, que me abre las puertas a ser investigador y docente. Es algo que puedo compaginar con mi preparación, y se me han abierto las puertas gracias a mi biomecánico podólogo de Zaragoza, Luis Enrique Roche, que dirige un grupo de investigación y lo compagino como puedo, me da manga ancha para hacerlo a distancia en esos ratos libres del día. Me ayuda a nivel mental a pensar en otras cosas porque si estoy centrado en el atletismo mucho tiempo se me hace aburrido.
¿Te llama más la investigación que atender pacientes?
Me gustaría compaginar ambas cosas. No me veo en mi vida solo en una cosa. No me veo pasando consulta todo el rato en la Seguridad Social, quiero pasar consulta en algún lado, dedicar tiempo a la investigación, dar clase en la universidad, que mi vida no sea tan rutinaria. Esta vida de deportista hace muy difícil tener rutina y me gustan los cambios, algo variado.
¿Qué sueño te queda por cumplir?
Volver a estar en unos Juegos Olímpicos normales en los que pueda disfrutar de entrar en el estadio lleno de gente o las calles a rebosar en el maratón y ser finalista olímpico, estar entre los 8 mejores en unos Juegos o en un Mundial.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).
