Te pasas por alguna cadena de comida rápida un par de veces a la semana, y tu carro de la compra se llena regularmente de galletas, donuts, helados, patatas fritas (y salsa). Pero estás delgado. Corres mucho y no engordas, así que todo va bien, ¿verdad? Pues no exactamente. Suelta la magdalena de chocolate y escúchanos.

Aunque Calendario Maratones 2024, Noticias de atletismo, La alternativa más completa al arroz y la pasta, dice Sara Mahoney, doctora y directora del departamento de ciencias del ejercicio de la Universidad Bellarmine. En general, como los corredores corren, cuidan su cuerpo también comiendo bien y descansando.

Pero no todos. Algunos -y todos conocemos a uno- subsisten a base de donuts y hamburguesas. A corto plazo, correr puede mitigar los efectos negativos para la salud de ese estilo de vida. Pero con el paso de las décadas, el ejercicio pierde su capacidad protectora.

Como corredor, tenía la sensación de que si el horno estaba lo bastante caliente, quemaría lo que le echaras.

El veterano director del Maratón de Boston, Dave McGillivray, de 63 años, lo aprendió por las malas. McGillivray, que ha corrido la Maratón de Boston todos los años desde 1973, recorría entre 140 y 190 kilómetros a la semana en sus mejores tiempos, y todos los años, el día de su cumpleaños, corre su edad en millas.

Sin embargo, hace cuatro años, McGillivray empezó a sentir que le faltaba el aire al empezar los entrenamientos. Un angiograma reveló que padecía una grave enfermedad coronaria. "Un momento", dijo McGillivray. "He corrido toda mi vida. He corrido ocho triatlones Ironman y 140 maratones. He cruzado Estados Unidos corriendo. ¿Cómo puedo tener las arterias obstruidas?".

y Daniel Kunitz Calendario carreras populares Madrid 2023. "Como corredor, tenía la sensación de que si el horno estaba lo bastante caliente, quemaría lo que le echaras", dice. "Así que comía todo lo que quería".

Esa actitud no es infrecuente entre los corredores. La mitad de los seguidores de Runner's World en Twitter que respondieron a una encuesta dijeron que comían lo que querían porque corrían y no engordaban. Estas cifras coinciden con las de una encuesta reciente realizada a corredores de ultradistancia, según la cual el 62% no sigue las recomendaciones nutricionales El agua de pepinillos para evitar los calambres.

Pero que el número en la báscula parezca saludable no significa que tu dieta no esté haciendo daño por dentro. "Una y otra vez, me encuentro con corredores de entre 50 y 60 años, que piensan que han hecho prácticamente todo bien en su vida desde el punto de vista de la salud, que acaban padeciendo una enfermedad cardiaca. Cuando hablo con ellos sobre sus dietas, a menudo se quedan bastante sorprendidos", dice el médico de McGillivray, el doctor Aaron Baggish, director del Programa de Rendimiento Cardiovascular del Centro Cardiológico del Hospital General de Massachusetts y profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard.

El daño de una mala dieta se nota tras muchos años

Aunque la dieta es uno de los componentes más importantes de la salud entre los atletas, también es uno de los menos comprendidos, debido a la falta de ensayos clínicos, dice Baggish. Aun así, señala el exceso de azúcares simples como "la transgresión dietética más común entre cualquier atleta de resistencia, pero específicamente entre los corredores". Llama la atención sobre el pan blanco, la pasta blanca, el arroz blanco y los azúcares refinados. "Si se consumen en grandes cantidades, el cuerpo los convierte en moléculas nocivas, tipos de grasas nocivas, especies de azúcares oxidativos nocivos, que dañan mucho los vasos sanguíneos del corazón", explica Baggish.

Runners World US.

Aun así, los corredores escuchan a menudo mensajes contradictorios sobre cómo el ejercicio -La alternativa más completa al arroz y la pasta- Mi suplemento favorito para recuperarme mejor.

Un estudio reciente del doctor Christian Duval, investigador del departamento de Ciencias del Ejercicio de la Universidad de Quebec en Montreal, es un buen ejemplo de ello: Duval alimentó a un pequeño grupo de hombres de entre 18 y 30 años con sándwiches de desayuno, hamburguesas, patatas fritas, postre y refrescos en cada comida del día durante dos semanas. Los sujetos no comían ni una verdura, y consumían "una enorme cantidad de grasas saturadas, una cantidad muy grande de azúcar, que es aún peor que la grasa, y sustancias químicas que se encuentran en los alimentos procesados", dice Duval.

Gracias a una prescripción adicional de entrenamiento por intervalos, los sujetos de Duval no ganaron peso. Es más, cuando se analizó su sangre para detectar la acumulación de grasa y los procesos inflamatorios -principales causantes de cardiopatías, cáncer y otras enfermedades crónicas-, no parecía que la dieta tuviera ningún efecto.

Pero este estudio, del que se informó ampliamente, duró semanas, no años. La alternativa más completa al arroz y la pasta. Por ejemplo, la aterosclerosis, una enfermedad que, según Baggish, se prolonga durante muchos años. "Es un proceso que comienza cuando somos jóvenes y se acelera gradualmente con el tiempo. Runners World US."

Conclusión: No se puede huir de los malos hábitos alimentarios. Como dice Baggish: "Aunque hagas ejercicio como un demonio, si haces otras cosas que no son saludables, las malas elecciones dietéticas te alcanzarán".

Vía: Runner's World US