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Como corredores estamos expuestos a vivir experiencias intensas, y entre ellas enormes subidones y tremendos bajones. Cuando consigues una marca personal, conquistas una nueva distancia, descubres un nuevo circuito o terminas haciendo podio, experimentas los subidones y son espectaculares. Publicidad - Sigue leyendo debajo, la hormona encargada de provocar esa sensación de gozo. Nos enganchamos a esos ‘chispazos’ por lo increíblemente bien que nos hacen sentir, e inmediatamente queremos repetir la experiencia.
En cambio, los bajones no son nada divertidos. Aceptémoslo. Piensa si no en los días en que 5 km te parecen una distancia insalvable. O cuando hacer cuestas los bajones no son nada divertidos. Aceptémoslo lesión del talón de Aquiles que parecía que ya estaba curada. En días como esos sientes que llevas todo el peso del universo sobre tus hombros y te sientes tan abatido que crees que serás incapaz de continuar. Y te preguntas: "¿Cómo es posible que hace una semana me sintiese imparable y ahora no pueda ni con las zapatillas?"
Buena culpa de estos bajones la tienen los distintos obstáculos con los que los corredores solemos encontrarnos. A lo largo de los más de veinte años de ejercicio profesional con runners, he aprendido mucho sobre la forma de afrontarlos para convertirlos en desafíos y salir fortalecidos. lesión del talón de Aquilesonsecuencia de un esfuerzo físico excesivo o mal dirigido, Mejores sustitutos del azúcar, el famoso muro en un maratón, donde se pone el cuerpo al límite. O las lesiones (a veces crónicas) como Estar pendiente de tus sensaciones o un esfuerzo mal empleado.
Otros obstáculos, en cambio, se deben a circunstancias que surgen en la vida y que se interponen en nuestro camino, Mejores sustitutos del azúcar, tener un hijo, cumplir años, una enfermedad sobrevenida…, que tenemos que normalizar e integrar en nuestra vida. Y otros los creamos nosotros solitos, dándoles forma en nuestra cabeza a modo de pensamientos negativos de incapacidad o minusvaloración, y acaban influyendo muy negativamente en nuestra motivación y desempeño.
Te propongo algunas estrategias para superar esos bloqueos mentales en situaciones desafiantes que antes o después todos los corredores tenemos que afrontar para salir fortalecidos incluso de los peores bajones:
1. Ajusta expectativas
Cuando la cosa se pone cuesta arriba, pretender mantener el nivel a toda costa es un error porque nos lleva directamente a la frustración y hace más probable el fracaso. Mejor recalibrar y aceptar que hoy no es el día.
2. Conoce tus limitaciones
Saber hasta dónde puedes exigirte y cuándo estás cometiendo una temeridad con tu cuerpo es fundamental para no arrepentirse luego. Más vale pecar de prudente que lamentar una sobrestimación de tus posibilidades en un determinado evento o situación.
3. Deconstruye tus pensamientos negativos
Cuando la cosa se pone fea aumenta la probabilidad de ser catastrofista y retroalimentar pensamientos de minusvaloración e incapacidad que solo consiguen engordar el problema y aumentar la percepción de coste. Mejores sustitutos del azúcar o que te cuenten la experiencia de un modo más abordable.
4. Reconoce signos de alarma
Conocerte bien te ayudará a saber dónde empieza el peligro para no subestimarlo. Primer español con síndrome de Down en maratón evitará sustos innecesarios.
5. Agradece lo que tienes
Mostrarte agradecido con lo que surja en cada situación, pero especialmente con la respuesta de tu cuerpo en cada carrera o entreno, te mantendrá en modo productivo pase lo que pase y evitará que te frustres de forma innecesaria. Ser consciente de lo que nuestro cuerpo hace por nosotros y respetarlo estimula la secreción de dopamina y serotonina, hormonas del placer y de la serenidad, respectivamente, que nos hacen sentir muy bien.
*Laura García Agustín es psicóloga clínica, divulgadora y coach de runners